Unidad 10

Oraciones Subordinadas Adverbiales Causales:

Las Subordinadas Adverbiales Causales son aquellasOraciones Subordinadas que indican la causa directa, indirecta o el motivo de lo que se expresa en laOración Principal.

Los nexos que introducen a estas oraciones subordinadas son: 
  • porque, que, pues, pues que, puesto que, ya que, como, como qué, a causa (de) que, en vista de que, ...
Ejemplos de Subordinadas Adverbiales Causales:
  • Has aprobado la asignatura porque has trabajado muy bien
Hasaprobadolaasignaturaporquehastrabajadomuybien
N.V.Det.N.NexoN.V.N.N.
S.N. (C.Directo)S.Advb.
(C.Advb.)
S.Advb.
(C.C.Modo)
Prop. Subord. Adverb. C.C. Causa
S.V. (Predicado Verbal)
  • Juan está abrigado porque tiene frío
Juanestáabrigadoporquetienefrío
N.V.C.N.NexoN.V.N.
S.Adj. (Atributo)S.N. (C. Directo)
S.V. (Pred. Verbal)
Prop. Sub. Advb. Causal
S.N. (Suj.)S.V. (Pred. Nominal)
  • Mi hermano se ha comprado un coche nuevo porque le ha tocado la lotería
Mihermanoseha compradouncochenuevoporqueleha tocadolalotería
Det.N.N.N.V.Det.N.N.NexoN.N.V.Det.N.
S.N. (Suj.)S.N.
(C.I.)
S.Adj.
(C.Nombre)
S.N.
(C.I.)
S.N. (Suj.)
S.N. (C.Directo)S.V. (Pred. Verbal)
Prop. Sub. Advb. Causal
S.V. (Pred. Verbal)
  • No me he comprado los pantalones porque me parecían caros
Nomehecompradolos pantalonesporquemeparecíancaros
Neg.N.N.V.Det.N.NexoN.V.C.N.
S.N. (C.I.)S.N. (C.Directo)S.N. (C.I.)S.Adj. (Atrib.)
S.V. (Pred. Nominal)
Prop. Sub. Advb. Causal
S.V. (Pred. Verbal)
  • Ya que me quieres tanto, demuéstramelo con hechos
Yaquemequierestanto,demuéstrameloconhechos
NexoN.N.V.N.N.V.N.N.Prep.N.
S.N. (C.D.)S.Advb.
(C.C. Cantidad)
S.N.
(C.I.)
S.N.
(C.D.)
S.Prep.
(C.C.Modo)
S.V. (Pred. Verbal)
Prop. Subord. Advb. Causal
S.V. (Predicado Verbal)
Gramático y la Aventura de las Subordinadas: 

El Rey llora desconsolado. El señor de la Oscuridad ha raptado a su hija, la bella princesa. Nuestro protagonista, Gramático, soldado de élite, caballero de honor y fiel servidor de su Rey, jura por su vida rescatarla sana y salva...

Prueba 1: ¿Qué tipo de Oración Subordinada es la señalada en negrita?:
  • ¿Me puede decir cuánto vale esta blusa?
OpcionesTu elección
Subordinada Adjetiva o de Relativo
Subordinada Sustantiva de Sujeto
Subordinada Sustantiva de Complemento Directo

Esquema General de las Oraciones:







          Generación del 27

          Una generación literaria es un grupo de escritores que, nacidos en fechas cercanas y movidos por un acontecimiento de su época, se enfrentan a los mismos problemas y reaccionan de modo semejante ante ellos.
          Generación literariaGeneración del 27
          - Un grupo de escritores.- Los principales representantes del grupo son Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández y Luis Cernuda.
          - Nacidos en fechas cercanas.- Entre el más joven, que es Cernuda, y el mayor, Salinas, sólo hay nueve años de diferencia.
          - Movidos por un acontecimiento.- El acontecimiento que los unió y les dio el nombre fue el homenaje que el grupo hizo a Luis de Góngora en el año 1927 en Sevilla, al conmemorarse el tercer centenario de su muerte. Hay que destacar la influencia ejercida por Juan Ramón Jiménez.
          - Reacción semejante.- Todos sienten la necesidad de encontrar un lenguaje poético que exprese mejor los temas que tratan.

          Características del la Generación del 27
          • Tradición y vanguardismo.
          Aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con nuestras tradiciones y sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por nuestros autores clásicos y por las formas populares del Romancero.
          A la par que lo tradicional, las corrientes de vanguardia, sobre todo el surrealismo, ejercen gran influencia en el grupo del 27. Los escritores surrealistas exploran el mundo de lo inconsciente y pretenden alcanzar la belleza absoluta, que está por encima de la realidad.
          • Intención estética
          Intentan encontrar la belleza a través de la imagen. Pretenden eliminar del poema lo que no es belleza y, así, alcanzar la poesía pura.
          Quieren representar la realidad sin describirla; eliminando todo aquello que no es poesía.
          Versos de León Felipe
          Deshaced este verso.
          Quitadles los caireles de la rima,
          el metro, la cadencia
          y hasta la idea misma.
          Aventad las palabras,
          y si después queda algo todavía,
          eso
          será poesía.
          • Temática
          Sienten especial interés por los grandes asuntos del Hombre, como el amor, la muerte, el destino... y los temas cargados de raíces populares.
          Canción del jinete (Federico García Lorca)
          En la luna negra
          de los bandoleros,
          cantan las espuelas.
          Caballito negro.
          ¿Dónde llevas tu jinete muerto?

          ...Las duras espuelas
          del bandido inmóvil
          que perdió las riendas.

          Caballito frío.
          ¡Qué perfume de flor de cuchillo!

          En la luna negra,
          sangraba el costado
          de Sierra Morena.
          Caballito negro.
          ¿Dónde llevas tu jinete muerto?
          La noche espolea
          sus negros ijares
          clavándose estrellas.

          Caballito frío.
          ¡Qué perfume de flor de cuchillo!

          En la luna negra,
          ¡un grito! y el cuerno
          largo de la hoguera.

          Caballito negro.
          ¿Dónde llevas tu jinete muerto?
          • Estilo
          Se preocupan fundamentalmente de la expresión lingüística y buscan un lenguaje cargado de lirismo.
          • Versificación
          Utilizan estrofas tradicionales (romance, copla...) y clásicas (soneto, terceto...). También utilizan el verso libre y buscan el ritmo en la repetición de palabras, esquemas sintácticos o paralelismo de ideas.
          La paloma (Rafael Alberti)
          Se equivocó la paloma
          se equivocaba.
          Por ir al norte, fue al sur;
          creyó que el trigo era agua.
          Se equivocaba.

          Creyó que el mar era el cielo;
          que la noche la mañana.
          Se equivocaba.
          Que las estrellas rocío;
          que la calor, la nevada.
          Se equivocaba.
          Que tu falda era su blusa;
          que tu corazón su casa.
          Se equivocaba.

          (Ella se durmió en la orilla.
          Tú, en la cumbre de una rama.)

          Autores
          • Gerardo Diego
          Nació en Santander en 1896 y murió en Madrid en 1987. Fue catedrático y miembro de la Real Academia de la Lengua. Fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1925.
          Una gran parte de su extensa producción poética gira en torno a la temática tradicional. Cultivó los más variados temas: el amor, lo religioso, la música... en forma de romances y sonetos.
          Son obras suyas: El romancero de la novia, Imagen, Manual de espumas, Versos humanos, Versos divinos, Paisaje con figuras, Odas morales, Poesía de creación.
          El romance del Duero (Gerardo Diego)
          Río Duero, río Duero
          nadie a acompañarte baja,
          nadie se detiene a oír
          tu eterna estrofa de agua.
          Indiferente o cobarde,
          la ciudad vuelve la espalda.
          No quiere ver en tu espejo
          su muralla desdentada.

          Tú, viejo Duero, sonríes
          entre tus barbas de plata,
          moliendo con tus romances
          las cosechas mal logradas.

          Y entre los santos de piedra
          y los álamos de magia
          pasas llevando en tus ondas
          palabras de amor, palabras.
          Quién pudiera como tú,
          a la vez quieto y en marcha,
          cantar siempre el mismo verso
          pero con distinta agua.

          Río Duero, río Duero,
          nadie a estar contigo baja,
          ya nadie quiere atender
          tu eterna estrofa olvidada.

          Sino los enamorados
          que preguntan por sus almas
          y siembran en tus espumas
          palabras de amor, palabras.
          • Pedro Salinas
          Nació en Madrid en 1892. Fue catedrático de Literatura española en la Universidad de Sevilla y en la de Murcia. También enseñó durante un año en Cambridge y trabajó como Secretario General de la Universidad de Verano de Santander. Durante la guerra civil se exilió y enseñó en varias universidades norteamericanas. Entre 1943 y 1946 fue profesor en San Juan de Puerto Rico. Murió en Boston en 1951; pero sus restos descansan en el cementerio de hombres ilustres de Puerto Rico, por deseo personal del autor.
          El tema central de su obra es el amor. Su obra más importante, La voz a ti debida, es un extenso poema de amor en el que el poeta busca a la amada más allá del mundo real, más allá de la amada misma. El mundo y la amada reales son negados por el poeta para crear la imagen ideal de mujer. La amada se convierte así en un concepto puro. Escribió también otros libros de poemas como El contemplado, Razón de amor, Confianza...
          Detrás, más allá (Pedro Salinas)
          Puedes leer un fragmento de "La voz a ti debida". El poeta
          busca a la amada por detrás de las gentes, por detrás de
          ella misma e incluso por detrás del poeta, pues no busca a
          una persona concreta, sino un ideal, un concepto.
          Sí, por detrás de las gentes
          te busco.
          No en tu nombre si lo dicen,
          no en tu imagen, si la pintan.
          Detrás, detrás, más allá.
          Por detrás de ti te busco.
          No en tu espejo, no en tu letra,
          ni en tu alma.
          Detrás, más allá.
          También detrás, más atrás
          de mí te busco. No eres
          lo que yo siento de ti.
          No eres
          lo que me está palpitando
          con sangre mía en las venas,
          sin ser yo.
          Detrás, más allá te busco.
          Por encontrarme, dejar
          de vivir en ti, y en mí,
          y en los otros.
          Vivir ya detrás de todo,
          al otro lado de todo
          -por encontrarme-
          como si fuese morir.
          • Rafael Alberti
          Nació en Puerto de Santa María, Cádiz en 1902 y murió en 1999. A los quince años se trasladó con su familia a Madrid. Se afilió al partido comunista y participó activamente en la política durante la guerra civil. Al acabar dicha guerra se exilió, viviendo en Argentina y en Italia. Con el cambio político de España después de la muerte de Franco, regresó a España, llegando a ser diputado del Congreso por Cádiz. En 1983 recibió el Premio Cervantes por el conjunto de su obra literaria.
          En 1925 publica Marinero en tierra en el que refleja la nostalgia de su tierra natal, que recuerda desde Madrid. En esta línea escribió también: El alba del alhelí, La amante.En 1928 aparece su obra Sobre los ángeles, donde rompe con el lenguaje poético tradicional y utiliza técnicas surrealistas.
          Poemas (Rafael Alberti)
          -¿Qué piensas tú junto al río,
          junto al mar que entra en tu río?
          -Aquellas torres tan altas,
          no sé si torres de iglesias
          son, o torres de navío.

          -Torres altas de navío.
          Mi corza, buen amigo,
          mi corza blanca.
          Los lobos la mataron
          al pie del agua.
          Lo lobos, buen amigo,
          que huyeron por el río.
          Los lobos la mataron
          dentro del agua.
          • Federico García Lorca
          Nació en Fuentevaqueros (Granada) en 1898. Estudió Letras y Derecho en la Universidad de Granada y también Música. En 1929 marchó a Nueva York con la intención de aprender inglés, pero el conocimiento de aquella civilización fue para él como caer en el infierno. Al año siguiente regresó a España. En 1932 fundó La Barraca, grupo de teatro formado por estudiantes universitarios, que recorrió el país dando funciones clásicas por los pueblos. También viajó a Buenos Aires, ya que sus obras dramáticas estaban teniendo mucho éxito por aquellas tierras. En agosto de 1936 fue asesinado en Viznar, cerca de Granada.
          Fue un hombre de una personalidad arrolladora y de una capacidad creativa fuera de lo normal. A pesar de su enorme simpatía y gracia, a pesar de su capacidad para vivir intensamente en todo momento, predomina en su obra el tono trágico y la presencia de la muerte ronda su poesía como un presentimiento. Crea metáforas e imágenes de una gran originalidad y fuerza expresiva; aunque a veces difíciles de explicar. En sus temas aparecen constantemente elementos del folklore andaluz reelaborados por el poeta, que casi siempre prefiere los rasgos más tristes o trágicos.
          Sus obras líricas más importantes son Canciones, Poemas del cante jondo y Romancero gitano. En este último libro, Lorca manifiesta una especial simpatía por los seres marginados y perseguidos, gitanos y bandoleros.
          Su producción teatral toca dos temas: lo popular, con obras como Mariana Pineda, y las pasiones amorosas femeninas, como Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba y Doña Rosita la soltera.
          La reyerta (Federico García Lorca)
          En la mitad del barranco
          las navajas de Albacete,
          bellas de sangre contraria,
          relucen como los peces.
          Una dura luz de naipe
          recorta en el agrio verde,
          caballos enfurecidos
          y perfiles de jinetes.
          En la copa de un olivo
          lloran dos viejas mujeres.
          El toro de la reyerta
          se sube por las paredes.
          Ángeles negros traían
          pañuelos de agua y de nieve.
          Ángeles con grandes alas
          de navajas de Albacete.
          Juan Antonio el de Montilla
          rueda muerto la pendiente,
          su cuerpo lleno de lirios
          y una granada en las sienes.
          Ahora monta cruz de fuego,
          carretera de la muerte.
          El juez, con guardia civil,
          por los olivares viene.
          Sangre resbalada gime
          muda canción de serpiente.
          Señores guardias civiles:
          aquí pasó lo de siempre.
          Han muerto cuatro romanos
          y cinco cartagineses.
          La tarde loca de higueras
          y de rumores calientes
          cae desmayada en los muslos
          heridos de los jinetes.
          Y ángeles negros volaban
          por el aire del poniente.
          Ángeles de largas trenzas
          y corazones de aceite.
          • Vicente Aleixandre
          Nació en Sevilla el 26 de abril de 1898. A los dos años se fue con su familia a Málaga. El mar Mediterráneo estará presente siempre en su obra. Su afición por la lectura fue enorme y muy temprana, aumentando con la edad. Estudió Derecho y Comercio, pero se dedicó por entero a la poesía. Después de muchas lecturas llegó a sus manos una antología de Rubén Darío que despertó en él el gusto por la poesía e hizo brotar su vena artística. Fue miembro de la Real Academia y obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1977. A partir de 1925 una grave enfermedad va a marcar su vida para siempre: períodos de actividad se ven interrumpidos por otros de reposo para recuperar su salud. Así vivió, retirado en su casa de Madrid hasta su muerte, ocurrida en 14 de diciembre de 1984.
          Toda su obra gira en torno al hombre, al que concibe como un ser pesimista y angustiado. Esta visión del hombre hace que en su poesía se traten temas como el amor, la vida, las pasiones, los sentimientos y la muerte. Sus libros de poemas más famosos son: La destrucción o el amor, Sombra del Paraíso, Historia del corazón.
          Es el más pequeño (Vicente Aleixandre)
          Es el más pequeño de todos, el último.
          Pero no le digáis nada; dejadle que juegue.
          Es más chico que los demás, y es un niño callado.
          Al balón apenas si puede darle con su bota pequeña.
          Juega un rato y luego pronto le olvidan.
          Todos pasan gritando, sofocados, enormes,
          y casi nunca le ven. Él golpea una vez,
          y después de mucho rato otra vez,
          y los otros se afanan, brincan, lucen, vocean.
          La masa inmensa de los muchachos, agolpada, rojiza.
          Y pálidamente el niño chico los mira
          y mete diminuto su pie pequeño,
          y al balón no lo toca.
          Y se retira. Y los ve. Son jadeantes,
          son desprendidos quizá de arriba, de una montaña,
          son quizá un montón de roquedos que llegó ruidosísimo
          de allá, de la cumbre.

          Y desde el quieto valle, desde el margen del río,
          el niño chico no los contempla.
          Ve la montaña lejana. Los picachos, el cántico de los
          vientos.
          Y cierra los ojos, y oye
          el enorme resonar de sus propios pasos gigantes por las
          rocas bravías.
          • Miguel Hernández
          Nació en Orihuela en 1910. Pertenecía a una familia humilde, y de niño se ocupó de los trabajos propios del campo. Más tarde trabajó en una tienda y en una notaría. Recibió las primeras enseñanzas en la escuela de su pueblo, pero casi toda su cultura la recibió a través de la lectura y sus ansias de saber. En 1934 se fue a Madrid donde trabajó como secretario y conoció a grandes poetas como Aleixandre y Neruda. Tomó parte en la guerra civil del lado republicano. Al terminar el conflicto fue condenado a muerte, aunque se le rebajó la pena a treinta años. A causa de una tuberculosis, murió en la cárcel de Alicante en 1942.
          La poesía de Miguel Hernández es apasionada, llena de ardor y vehemencia que contagian al lector.
          Dentro de sus obras podemos destacar:
          • El rayo que no cesa, donde se concibe el amor como una tortura y un sentimiento trágico.
          • Viento del pueblo. Libro de poemas de tipo político.
          • Elegía a Ramón Sijé que le dedicó después de su muerte.
          • Cancionero y romancero de ausencias. Colección de poemas escritos en la cárcel, con un lenguaje nuevo inicio de un cambio de estilo que truncó su muerte prematura.
          Tristes... (Miguel Hernández)
          Tristes guerras
          si no es amor la empresa.
          Tristes, tristes.
          Tristes armas
          si no son las palabras.
          Tristes, tristes.

          Tristes, hombres
          si no mueren de amores.
          Tristes, tristes.

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